Tarea de la enseñanza media

Tarea de la enseñanza media

Fco. Javier Chaín Revuelta

Este período escolar que inicia aplicará la RES (Reforma de la Educación Secundaria) por tanto de última hora se capacita a profesores y al cuarto para el ratito se cuestionan contenidos de los libros que se usarán. Por esto la nota comenta (dos o tres minutos) sobre lo específico de la enseñanza media. Sabemos que la formación del hombre no se cumple totalmente con pasar a la edad adulta. La educación no empieza ni termina con la adolescencia. El desarrollo de la personalidad como forma viva fundamental del hombre sólo se cumple definitivamente con la muerte. De la misma manera la educación se extiende a todas las edades de la vida.

A partir de este rasgo genérico de toda educación podemos intentar la caracterización de la enseñanza media. Si ponemos atención al contenido de todo el proceso educativo, podemos distinguir en una primera mirada dos tipos de conocimientos que también se nos dan separados en el lenguaje corriente: Los que están referidos a un contenido intelectual, cívico, moral, religioso o estético; y los que tienen un valor estrictamente ocupacional, económico o técnico. Aceptada esta distinción es fácil notar que en la etapa educativa de la niñez, el saber estrictamente ocupacional tiene un lugar insignificante, en tanto que la mayor importancia se presta a los contenidos intelectuales, morales, estéticos, etc. Lo contrario sucede precisamente en el nivel profesional de la educación terciaria en que el aprendizaje de las técnicas ocupacionales desplaza casi completamente los otros contenidos. Siendo así, la enseñanza del nivel medio es la que logra equilibrar, en un cierto momento, el volumen del saber exclusivamente técnico, como el de contenido intelectual y moral.

Lo que sirve para distinguir la enseñanza media del proceso educativo en su totalidad, es precisamente la forma de integración de estos dos tipos de saber en el contenido de su enseñanza. Más esta situación de “equilibrio” no le viene a la enseñanza media tan sólo por estar a la mitad del proceso educativo, sino por razones de mayor profundidad en relación con la vida del adolescente.

Impulsado por el deseo de afirmarse a sí mismo, el adolescente tropieza con las cosas –de las que no conoce la justa medida-, y tropieza con los hombres –cuya relación con él no aparece clara ni bien situada dentro de los acontecimientos sociales. El conflicto, la relación dialéctica entre esta afirmación de si mismo y el paso a una circunstancia de realidades desconocidas en la que ha de valerse de la experiencia ajena, es la que determina el difícil equilibrio de su personalidad. Hacer posible el aprovechamiento de la experiencia de los hombres maduros por parte de los adolescentes, para la formación de la personalidad propia y su integración en la vida social, eso es la tarea específica de la enseñanza media.

En este punto conviene la mayor claridad. Porque el hecho de que la formación de la personalidad del adolescente –o formación cultural, como preferimos decir para acentuar también el aspecto de integración a los patrones y a las tareas sociales-, exija una información científica, un adiestramiento de la capacidad discursiva y crítica, una iniciación en la vida cívica, una exploración prevocacional, etc., no descompone en una variedad de finalidades la tarea específica de la enseñanza media.

fjchain@hotmail.com